TAV
Impresión - El sello de la Creación
Impresión - El sello de la Creación
El Zohar declara: "la tav deja una impresión en el Anciano de
Días". "El Anciano de Días", se refiere al sublime placer,
innato en la "corona" (Voluntad - Deseo) de la Emanación Divina. La
letra tav (se refiere aquí al "Reino del Infinito, Bendito
sea El"), deja su impronta o cuño en el "Anciano de Días". Esa
impresión es el secreto de la fé simple en la omnipresencia absoluta de Dios,
la presencia del Infinito en lo finito, porque "no hay nada que se asemeje
a El" (la conclusión de la cita del Zohar).
Esta fé se transmite como herencia de generación en generación, de mundo en
mundo; maljut ("reino") del mundo superior conectado con keter ("corona") del mundo
inmediato inferior. La tav, la letra final del alef-bet, corresponde a maljut ("reino"), el último
poder Divino, el secreto de "Tu Reino es el Reino de todos los
mundos". La impronta de la tav es el secreto del poder que conecta
los mundos - generaciones.
La primera huella de la verdadera fé es la que fue grabada en el alma de
nuestro primer padre, Abraham, "el primero de todos los creyentes".
Este es el secreto de la adquisición de Abraham de la Cueva de Majpelá, el
cementerio judío original, por cuatrocientos (el valor numérico de la tav) shekel, el secreto de nuestra herencia
eterna de "cuatrocientos mundos de placer", rubricados con el sello
de la fé simple.
Las rúbrica de Dios (en la Creación) es la verdad (en hebreo emet, palabra formada con las letras
finales de las tres últimas palabras del relato de la Creación: bara elokim
la'asot",
"...Dios creó para ‘hacer’"). La última letra o rúbrica de la palabra
misma emet (en hebreo "verdad"), o sea la rúbrica de
la rúbrica de Dios, es la misma letra tav, la fé simple, que es la conclusión
y culminación de las veintidos fuerzas - letras - que actúan en la Creación.
Las tres letras que componen la palabra emet, son el principio, la mitad y el
final de las letras del alef-bet. La alef corresponde a la limitada
percepción que tenemos de la paradoja Divina de la fuente infinita (donde las
aguas superiores e inferiores, alegría y amargura, son absolutamente uno). De
este conocimiento emana la mem, la fuente de la sabiduría Divina, el poder que
aumenta eternamente en la penetración de los misterios de la Torá. "El fin
último del conocimiento es el no saber", saber que no se sabe nada. La
culminación del fluir de la sabiduría Divina en el alma (después de todo lo que
se dijo y hizo) es la "majestuosa" revelación del infinito
"tesoro-hogar" de la fé simple en la absoluta omnipresencia de Dios
aquí abajo, que es innata en el alma de Israel. La culminación de la verdadera
fé simple es el secreto de la "tav".
"Todo sigue a la rúbrica", es el
secreto de la "luz que retorna" desde la tav hacia la alef, formando la palabra ta (tav
alef),
"celda". Alrededor del Santuario interior del Templo, se contruyeron
muchas "celdas" o "pequeñas cámaras"; estaban construidas
sin ventanas, por lo que eran completamente oscuras en su interior. El jasidismo enseña que estas celdas revelan el
nivel de "El puso Su lugar oculto en la oscuridad", la percepción de
la fé simple llegando a la absolutamente "oscura" Esencia de Dios.
Por eso hemos explicado: "Torá es la impresión [la tav] de la Divinidad; Israel es la
impresión [la tav] de la Torá". La Divinidad es percibida en
principio a través de la meditación profunda en completo silencio (sumisión),
el secreto del jash ("silencio") del jashmal. Entonces, a través de pasar una
etapa intermedia de "circuncisión", viene una primera expresión del mal, (en hebreo
"circuncisión"). Torá es el secreto de la separación entre maldad y
bondad (circuncisión), cortar el prepucio (maldad).
Israel, la manifestación definitiva de la Palabra de Dios en la Torá
("Israel" es la sigla de la frase en hebreo "Hay seiscientas mil
letras en la Torá"), corresponde al nivel final de "hablar", el
"segundo" mal de jashmalmal. El hablar, la comunicación de la
unicidad de Dios entre las almas, es el nivel definitivo del servicio Divino,
"endulzando" la realidad toda como enseñó el Baal Shem
Tov. La tav, que es la fé simple, es vista aquí
como el poder de acuñar y vincular, ligando los aparentemente paradógicos
extremos de servicio Divino: el absoluto silencio de la meditación con la
amorosa comunicación entre las almas.
FORMA
Una dalet unida a una nun.
Un sello o rúbrica.
Un sello o rúbrica.
Mundos:
· Los "sellos" físicos en la realidad -
fósiles, huellas.
· Juicio y Ley.
· Materia primordial.
Almas:
· La tribu de Dan - humildad y autoanulación.
· Retorno del sentido perdido del propósito y la
dirección.
· Salvación.
· Reencarnación; La "huella" de vidas
anteriores.
Divinidad:
· La lectura del Nombre Havaiá.
· Dios como Juez.
· La rúbrica de Dios en toda la realidad: la fuente de
la teshuvá y el potencial de la individualidad.
NOMBRE
Firma; impresión; codigo; en arameo: más.
Mundos:
· La señal en la frente de Cain.
· Ley natural y códigos de vida.
· La música de la Creación.
Almas:
· La señal de la honestidad.
· El tzadik vive también en la muerte.
· Teshuvá, plegaria, Torá.
Divinidad:
· El poder Divino de continuar el presente en el final.
· La ventaja de la luz que brilla desde la oscuridad.
· La última letra del relato de la Creación:
rectificación, el sello de la verdad.
· La última letra de la primera palabra de la Creación:
el origen final.
NUMERO
Cuatrocientos.
Mundos:
· Cuatrocientos hombres de Esav.
· Cuatrocientos hombres de David.
· Cuatrocientos años de exilio en Egipto.
Almas:
· La cuatrocientas pieces de plata con las que Abraham
compró la Cueva de Majpelá para sepultar a Sara.
· Los cuatrocientos portales de conocimiento mutuo
frente a las cuatro parejas sepultadas en Majpelá.
· Efron - ojo malvado; Abraham - ojos puros.
· Las dimensiones de la Tierra de Israel - cuatrocientos
parsá por
cuatrociento parsá.
Divinidad:
· Los cuatrocientos mundos de placer Divino den el
Munodo por Venir.
· El Dios de Israel, el pueblo de Israel, la Torá de
Israel, y la Tierra de Israel.
A.·. L.·. MMXIII Shalom aleijem
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