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domingo, 25 de julio de 2010

Haiku japones.

Breve introducción:
Cuando tenemos la síntesis, reducida al máximo de todo un sentimiento poético, que se muestra objetivo, sin perder la subjetividad, específico, pero sin perder la amplitud, sensitivo y con todo espiritual, allí donde el poeta renuncia a sus más queridos conceptos, intelectuales ante la realidad de su experiencia, conmovido por la sensación, lejos de la lógica infundada por ideologías o filosofías personales, en ese momento y en ese lugar surge el haiku.

Se trata de una instantánea, un flash de luz expresado en diecisiete "onji" (un onji es el equivalente al "mora" de la prosodia latina, es un término técnico que designa a la unidad métrica más pequeña en la poesía japonesa, es un carácter en el silabario fonético japonés, pero no simplemente "una sílaba", como es con frecuencia traducido).

Dada su brevedad, es una fuente de sugerencias que ha de ir añadiendo el lector. En dicho sentido, es un poema incompleto, que puede llegar a aceptar profundas lecciones de metafísica o de experiencias místicas de Zen. Por medio de esta especie de iluminación penetramos en la vida de las cosas. Captamos el significado inexpresable de alguna cosa o hecho totalmente ordinario y que hasta el momento nos había pasado por completo desapercibido. Es la aprehensión de una cosa por una "realización" de nuestra propia unidad original y esencial con la cosa misma, teniendo la palabra "realización" aquí el significado literal de "hacer real" en nosotros mismos.

El haiku es un verso de haikai, algo que originalmente era una clasificación de poemas humorísticos, para después ser una abreviación de "haikai-no-renga" ( en un principio, renga vulgar, llano, siendo "renga" un tipo de poesía enlazada, una diversión literaria que, a partir del siglo XII, se convierte en un arte serio en el que los participantes agregan por turnos versos de 5-7-5 o 7-7 onji a fin de crear una cadena poética uniforme; el renga pronto desarrollaría reglas y convenciones poéticas propias), y de esta manera un término genérico para todas las composiciones relacionadas con ello.

Tradicionalmente un haiku reúne el criterio del "hokku" (originalmente, en renga, la primera estrofa, que posteriormente pasó a ser un poema independiente, con frecuencia llamado en la actualidad haiku en Japón) , conteniendo un "kigo" (palabra estación, también kidai, usada para rememorar un instante de la temporada) y un "kireji" (palabra o sufijo de corte que indica una pausa y con frecuencia se encuentra en una de las divisiones formales, 5-7-5, o al final; a la vez puede ofrecer énfasis, exclamación, probabilidad, etc.). Pero algunos poetas modernos de haiku han abandonado esta forma tradicional, manteniendo que el haiku tiene una más profunda esencia basada en nuestra respuesta a los objetos y a los eventos de nuestra vida.


MATSUO BASHŌ 芭蕉 (1644-1694)
“閑かさや岩にしみ入る蝉の声”


“Todo en calma; / penetra en las rocas / la voz de la cigarra”

Este haiku pertenece al que probablemente es el más grande maestro de toda la literatura haikai. Matsuo Bashō es por ello considerado el Primer Gran Maestro del Haiku, o simplemente El Maestro. Bashō empezó el Bushidō o camino del guerrero, pero a la edad de 23 años perdió a su señor, figura importantísima para el samurai. De este modo se retiró para estudiar clásicos, particularmente chinos (estaba profundamente influenciado por los poetas chinos de la dinastía T´ang, siglos VII a IX). Como filósofo Zen se fue a estudiar a un ermita, Bashō-an, de la que tomó su nombre. Llegado a la edad de 30 años sintió la necesidad de transmitir su poesía. Su vida poética se desenvolvió dentro de la época Genroku (1668-1703), edad de oro japonesa.

Basho viajó por muchos lugares de Japón, escribiendo maravillosos diarios de viaje. El más famoso de ellos, Oku no hosomichi, es un clásico mundial, tan importante en su estilo como Genji Monogatari. Basho elevó el arte del haiku a unos niveles literarios superiores, desarrollando poemas en miniatura perfectos por su estilo. Estaba influenciado por una estética de austeridad. A pesar de que se mostraba reaccionario a la insignificante superficialidad del lenguaje y el sentimiento en los poemas de sus días, conforme fue madurando su arte aligeró el toque. Bashō se sentía como parte de una rica tradición poética. Pensaba que los poemas habían de ser creados fuera de una profunda unidad del poeta y la experiencia. Esta unidad se muestra así misma en las etapas perceptiva y expresiva de la inspiración poética. Del estado perceptivo Bashō decía: “aprende del pino desde el pino; aprende del bambú desde el bambú”.

En efecto, la primera tarea del poeta es participar en la naturaleza esencial de la cosa sobre la que se escribe. Habiendo participado en la vida de un objeto, el escritor debe compartir su vida con otros a través del medio de las palabras, que a su vez han de conectar directamente con la mente del escritor, estando esto sucesiva y directamente conectado al objeto. Esta, la etapa expresiva, viene lógicamente tras la etapa perceptiva, pero, como Bashō dijo, ambas idealmente tienen lugar como una sola. En el poema final, tanto el lenguaje del poema como la mente del poeta han de ser transparentes para el lector, quien, en la lectura del poema, debe ver directamente la vida interior del objeto como hizo el poeta. Este es el ideal de la Escuela de Haiku de Bashō, un ideal por el que desde entonces todos los escritores de haiku se han esforzado por alcanzar.

E1 haiku que hemos tomado como ejemplo resume todo esto. Bashō había pasado algunas horas subiendo al templo de Yamadera (山寺) en la región de Yamagata en Tohokuchiho, el cual se encuentra en lo alto de una empinada y rocosa colina. A su llegada Bashō compuso el hokku. El kigo aquí es 蝉 (cigarra) y nos señala la estación estival. Aquí el estridente y monótono sonido realizado por los machos de esta orden de homópteros, es lo único que ataca a la tranquilidad del momento, pero el efecto es contraproducente, ya que dicha monotonía, tan intensa que parece penetrar la dura roca, intensifica la calma. Este haiku es bastante popular entre todos los de su autor y a título de curiosidad cabe decir que en la actualidad son numerosos los viajeros y turistas que visitan este templo para vivir en primera persona los tres versos del Maestro.



YOSA BUSON 与謝 蕪村 (1716-1784)
“一行の雁や端山に月を印す”

“Línea de gansos en vuelo; / al pie de la colina / la luna como un sello”
“Versos de ocas / sobre las colinas / la luna su sello”

Yosa Buson fue un líder importante en la importación de la influencia de la pintura del sur de China en el arte de Japón. Además escribía poemas, particularmente del género haikai, y hoy en día es considerado como el segundo de los Cuatro Grandes Maestros del Haiku.

En sus días los seguidores del haikai-no-renga de Bashō habían perdido algo de su energía, de modo que Buson recurrió a él para obtener parte de su inspiración personal. En más de una ocasión Buson copió manuscritos completos de los diarios de viaje de Bashō, añadiéndoles sus encantadores escenas o dibujos.

Sus versos más característicos poseen una calidad sensual y objetiva típica de un pintor. Al igual que el Gran Maestro, Buson era un escritor muy versátil. En añadidura a su pintura (su actividad principal y fuente de ingresos) no sólo escribía haiku y ocasionalmente renga, sino además versos en chino. Esto último era una actividad que había estado muy de moda siglos antes y que había ido disminuyendo en popularidad hasta sus días.

En el haiku tomado como ejemplo se hace patente ese amor y esa devoción por el arte pictórico. La caligrafía japonesa es considerada un auténtico arte, al que muchas personas se dedican con entereza. Japón es un país profundamente tradicionalista y el "kanji" (ideograma importado de China) forma parte de su personalidad nacional. En la actualidad, la mayoría de los niños japoneses acuden, a la salida del colegio, a una escuela especial llamada "juku", donde pueden tomar estudios de todas las asignaturas imaginables.

En muchas se profundiza en temas aprendidos en casa o en la escuela, como es el caso de la caligrafía. Su dominio no es fácil y desde temprano se adiestra a los niños en el manejo de la pluma y el pincel. Persiste la idea de que este arte es un espejo de la esencia de cada individuo. En este haiku el vuelo lineal de los gansos, con sus largas alas desplegadas en el aire sobre el horizonte, recuerda al escritor los versos de un poema escritos en su lengua y que encuentran la firma de este en la luna. Hemos de tener en cuenta que en Japón, aún hoy, no existe la firma como la conocemos en Occidente. Ellos usan un sello personal cuya forma más común es circular o cuadrada.

El kigo aquí es la "oca" y nos ubica en la estación otoñal.



KOBAYASHI ISSA 一茶 (1762-1826)
“や れ打つな蝿が手をすり足をする”

“Oh, don´t swat! / the fly rubs hands / rubs feet”

“Oh, no la aplastes! / la mosca frota sus manos / frota sus pies”

Considerado el Tercer Gran Maestro del Haiku, Kobayashi Issa era un paleto en comparación con el ascético y sacerdotal Bashō, y con el sofisticado y prolijo Buson. Pero es un hecho el que a la mayoría de los japoneses a los que les gusta el haiku tradicional también les guste más Issa antes que otros poetas y le conocen mejor. Issa creció en el campo junto a una cruel madrastra y fue desterrado de su casa para vivir su adolescencia en la pobreza de la ciudad. Todo ello le aportó un extremadamente pesimista punto de vista de la naturaleza humana.

Por ello llegó a preferir la compañía de pequeñas y aparentemente insignificantes criaturas. Así pues, escribió cantidad de haiku sobre tópicos tales como saltamontes, moscas, gorriones y otros seres menos seductores.

Pero no debemos confundir la simpatía y la empatía que Issa sentía por aquellos que parecen estar desvalidos con pena. Aquellos que no han experimentado dicho inconveniente sienten pena por aquellos que la tienen. Issa pasó muchos apuros; cuando él animaba incluso a saltamontes y a ranas ante sus adversidades él se estaba animando a sí mismo.

Era una persona compleja, capaz de mezclar el humor con el patetismo, y lo sensible con la belleza y el misterio de la vida y nuestras percepciones de ella. El ejemplo tomado es uno de sus versos más conocidos. Aquí la mosca, que dicho sea de paso, es kigo de verano, parece estar rogando, y lo hace dos veces, igual que lo haría un humano. Este haiku es un clarísimo ejemplo del estilo de Issa.



MASAOKA SHIKI 正岡 子規 (1867-1902)
“梨 咲くやいくさのあとのくずれ家”

“The pear blossoming... / after the battle this / ruined house”

“El peral floreciendo… / después de la batalla / esta casa en ruinas”

Masaoka Shiki es considerado el último de los Cuatro Grandes Maestros del Haiku. Cuando el renga, a pesar de tenerlo todo, desapareció, él se levantó para dominar el mundo de la poesía tradicional japonesa. Shiki fue el primer poeta del haiku moderno.

Fue pionero en el uso de la palabra "haiku". Algunos eruditos y críticos afirman que Shiki destrozó el hokku/haiku al decretar el final del renga. Realmente, la independencia del hokku ha sido claramente establecida en la época de Shiki, y permaneció por una importante crítica del conocimiento del hecho. Shiki fue aquel crítico, y su adopción de la palabra "haiku" para los versos cortos anteriormente llamados "hokku" simplemente completaba un proceso que había comenzado un siglo antes.

Shiki luchó contra los poetas del decadente haiku de su tiempo, los cuales seguían como pauta de su poesía algunos de los haiku más subjetivos de Bashō. Además insistió en que los versos sobre objetos y eventos de nuestras vidas eran mejores que aquellos inventados en la imaginación, aunque no prohibió estos últimos. Contrastemos el haiku elegido, representando la objetividad de Shiki, con el siguiente de Bashō, paradigma de su subjetividad:

“夏草や兵どもが夢の跡”
“Hierba estival... / recuerdos fugaces / de aquellos valerosos guerreros”

En este último Bashō, en un famoso pasaje de "Estrechas sendas del interior" se detiene sobre un campo donde, en un remoto pasado, tuvo lugar una batalla. Por su parte, Shiki compuso el suyo durante un breve periodo en China como corresponsal de guerra.

En ambos poemas existe un juego de palabras con el vocablo “ato” (あと), que puede ser escrito de tres maneras diferentes: como un carácter significando “después”, 後 ; como un carácter significando “marca, huella, pista”, 跡 ; o en una escritura fonética (hiragana) que deja libre la elección al lector de acuerdo con el contexto. Bashō opta por “marca, huella, pista” mientras que Shiki escribe la palabra en ambigüedad fonética.

Aunque el “ato” de Shiki es parte de una expresión donde será tomado para significar “después” más que “marca, huella, pista”, hay suficientes ecos de Bashō para sugerir que su elección de la ambigüedad no es accidental. El verso central de Shiki está escrito por completo en escritura fonética (hiragana) . Esto no sería inusual si Shiki no tendiese a escribir la mayoría de sus versos en caracteres menos ambiguos, y puesto que era corresponsal de guerra es altamente improbable que desconociera el carácter para “ikusa” (batalla) .Más probablemente, Shiki se propone recordar al lector el haiku de Bashō, que comienza. con la “kusa” (hierba) de natsugusa, y acaba con “ato”.

De esta manera Shiki nos escribe un poema que nos ofrece una visión de la naturaleza humana y el resto de la naturaleza entrelazada en las ruinas de las batallas de la época y las flores del peral, y al mismo tiempo hace una especie de burla de la ingenua veneración hacia los guerreros antiguos expresada en el haiku de Bashō. También contrasta el amplio paisaje de un campo de batalla, sugerido en el poema de Bashō, con los restos de una casa, probablemente el hogar de alguna familia, ahora refugios o algo peor; la bravura de los héroes legendarios, con la normalidad de la vida diaria, ambas destrozadas por la guerra.

Al incluir una casa en ruinas, antes que un castillo o una fortaleza en ruinas, y escribiendo en la escena de una batalla reciente, antes que en la de un evento lejano en el tiempo, Shiki ha modernizado el haiku, lo ha llevado al tiempo presente, y ha reflejado la crueldad de la guerra, ante su grandiosidad, un sujeto apropiado para el haiku. Por último cabe añadir que se trata de un haiku de primavera y encontramos el kigo en “nashi”, literalmente el “fruto del peral”




HEKIGODŌ KAWAHIGASHI (1873-1937)

“こ のごろ妻なきやおや菜を摘む葱を摘むあるじ娘”

“Muerta hace poco su esposa / el verdulero y su hija cargan las verduras / cargan las cebollas”

“Recently wife dead / grocer´s / stacking greens / stacking onions / husband and daughter”

A su muerte en 1902 Shiki dejó a una serie de discípulos tras de sí. Sin duda el más destacado entre esta joven generación fue Hekigodō Kawahigashi. Este nuevo grupo estaba muy interesado por la renovación del haiku. Todo el trabajo temprano de Hekigodō conserva la forma tradicional, pero en la mayor parte muestra su frescura en el gusto, tanto en el tema como en el tratamiento.

Era capaz de construir dentro de un breve haiku una amplia gama de emociones y de color. Su virtuosismo atrajo a muchos seguidores que habían comenzado a abandonar la forma tradicional. Hekigodō pretendía un haiku lo más cercano posible a la realidad, libre de las interferencias que suponen las reglas hechas por el hombre.

Con estos principios inició el Movimiento de la Nueva Tendencia del Haiku. Así, durante el resto de su carrera experimentó haciendo caso omiso al patrón de los diecisiete onji. El poema que encabeza la página es un claro ejemplo de esto. En él vemos como el verdulero y su hija siguen con su trabajo, pero siempre en el conocimiento de la reciente muerte. La relación entre el marido y su hija, y entre ellos y el propio trabajo, ha cambiado.

Dicho cambio afecta al modo en que ellos miran, al ritmo ya los ángulos que toman sus cuerpos, y no es preciso mencionar el modo en que nosotros les vemos. El kigo aquí es “葱” (cebolla) , una palabra que evoca el invierno, algo que añade, si cabe, mayor profundidad al poema.


Gracias a Francisco Javier S.C.

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