1. El Profeta Etimología y denominaciones
- Si se relaciona
con una raíz arcaica emparentada con nb (brotar con ruido, agitarse interiormente); el nabi sería elque habla con vehemencia ybajo el influjo de una potencia superior,para anunciar cosas inaccesibles a los mortales. - Otros recurren a una raíz nb (hablar), significaría entonces el "hablante" (por la divinidad).
- Hay una tercera explicación,
más sencilla y más plausible; relacionar el nabi con el acádico nabu, quepresenta el sentido de "llamar". El nabi sería, pues, el "llamado"(por Dios).
Jr 18, 18
Este texto de Jeremías engloba las tres instituciones que, junto con la monarquía, son las más importantes del Antiguo Testamento, a la vez que señala la tarea o misión que cada una de ellas desempeñaba. Los sacerdotes estaban adscritos a los santuarios, donde ejercían el ministerio cultural y enseñaban la ley y la tradición. Los sabios se dedicaban al
La identidad profética
El abuso de las palabras provoca el deterioro, la devaluación de su sentido y la ambigüedad. Es lo que sucede actualmente con la palabra "profeta", que para una gran mayoría es sinónimo de adivino, futurólogo, visionario y
Para definir con un mínimo de objetividad a los profetas es preciso recurrir a los relatos de vocación, ya que son el mejor medio de que disponemos para saber
Como se explicaba al principio, no se es profeta por propia iniciativa, por determinadas cualidades o condiciones heredadas. Se es profeta por decisión y elección de Dios. Todos los relatos de vocación coinciden en señalar la iniciativa divina que culmina en la "
Misión
La llamada y el envío convierten al profeta en un personaje público, que nos puede guardar para sí la experiencia de Dios, pues la misión lo sitúa pública y abiertamente ante unos destinatarios a menudo
Ministerio de la palabra
El profeta es también, y
2.
Introducción
Tradicionalmente se creía que el fenómeno profético era un producto propio y peculiar de la religión yavhista.
Al lado de los paralelismos y coincidencias estructurales, e incluso literarias, que existen entre los videntes y mensajeros extra bíblicos y los profetas israelitas, se dan a su vez diferencias esenciales. La fe en un Dios
Orígenes del profetismo en Israel
Aunque algunos textos tardíos pretenden remontar a Moisés el origen del profetismo, en realidad el fenómeno profético hace acto de
De los profetas anteriores al siglo VIII, que constituyen el llamado profetismo preclásico o
- Profetas individuales, vinculados a la corte y muy cercanos al rey. Es el caso de Natán, Gad o Miqueas hijo de Yimlá, que solo intervienen en asuntos relacionados con la política y las intrigas cortesanas
- Grupos o fraternidades de profetas, que aparecen como discípulos en torno a un gran
maestro , como Samuel, Elías y Eliseo. Actúan poseídos por el espíritu de Dios y llegan a estados de éxtasis contagiosos, provocados por ritmos musicales, danzas y gesticulaciones. - Profetas independientes, que viven entre el pueblo, alejados de la corte, aunque ocasionalmente intervengan ante los reyes. Entre estos podemos citar a Ajías de Siló, un profeta anónimo de Judá, a Elías, y frecuentemente a Eliseo. Este será seguramente el modelo que más influirá en los profetas escritores.
A mediados del s. VIII a.C., entran en escena toda una pléyade de profetas, cuyas predicaciones serán consignadas por escrito en los llamados libros proféticos. A estos se los conoce mejor como profetas clásicos o canónicos. Cronológicamente hablando se pueden agrupar en tres momentos:
- Profetas preexílicos:
- Periodo asirio (s. VIII):
- Amós, Oseas, Isaías 1-39 y Miqueas
- Periodo babilónico (ss. VII-VI):
- Profetas exílicos (586 -538 a.C.):
- Ezequiel e Isaías 40-55
- Profetas post exílicos (ss. VI-II a.C.):
Zacarías 9-14, Baruc y Daniel
Géneros literarios proféticos
Los libros proféticos contienen las palabras de los profetas y las palabras sobre los profetas. Esta doble clase de
Vocación y misión del profeta
Aunque la forma literaria de los profetas parezca estereotipada, dichos relatos se basan en la vida. Por ello contienen habitualmente los siguientes puntos:
- Manifestación divina: expresa una experiencia de cercanía vivida como irrupción inesperada, diferente a la vivencia cotidiana de la presencia divina (una experiencia religiosa). Dios entra en la vida del llamado en un momento concreto de su historia.
- Palabra introductoria: la formula "la Palabra de Dios se dirigió a", utilizada muy a menudo, indica el carácter personal de la comunicación entre el Señor y el elegido. Su relación no se diluye en la impersonalidad del conjunto, es algo personal y
concreto . - Encargo: la misión que el Señor encomienda suele expresarse en imperativo para subrayar el carácter irresistible de la experiencia. La misión de portavoz, de embajador personal, no se le arroga a nadie, pero una vez conferida tampoco se relega con el olvido.
- Objeción: en todo relato de vocación aparece una objeción. No es humildad y mucho menos falsa modestia; es señal de libertad en la aceptación del encargo, pero muy a menudo recoge las dificultades reales del llamado. A veces suena como un grito de impotencia y tiene algo que ver con la función mediadora del profeta.
- Confirmación: el encargo de Dios supera la debilidad, los impedimentos e incluso las incoherencias del llamado. La misión se confirma, pues no dependía de las cualidades del profeta. Especialmente en este momento es la formula "Yo estoy contigo".
- Signo: no se encuentra en todos los relatos de vocación, pero sí en la mayoría. El signo externo que se ofrece no pretende satisfacer la curiosidad personal, ni siquiera proporcionar seguridad al llamado. Supone para él una especia de credencial de que el Señor ha hablado y se ha comunicado con él. El signo confirma la realidad de la experiencia vivida; el relato de vocación le acredita ante los oyentes. El profeta es un hombre indefenso, pertrechado únicamente con la fuerza y la debilidad de la Palabra.
Tal vocación consagra al profeta como portavoz de Dios encargado de transmitir la palabra divina, que habla de salvación en la historia.
3. Marco Histórico de Jeremías
Introduccion
El exilio constituyo una de las experiencias más profundas para el pueblo hebreo. A su
Jeremías vivió esta experiencia en sus comienzos, cuando todavía no se había asentado la
Situación
La situación internacional se caracteriza por el cambio de
Asiria
Senaquerib, conocido en el ámbito bíblico por el intento de conquistar Jerusalén, murió el 681 a.C., asesinado por sus hijos. Le sucedió a Asaradón (681 – 669 a.C.), que conquisto Egipto y se preocupo por dominar esa región. Murió al intentar sofocar un elevamiento egipcio. Asurbanipal (669 – 627 a.C.), enfrascado en guerras continuas, logro mantener la situación del imperio. El año 652 a.C., su hermano Shamash-Shum-Ukin se sublevó en Babilonia. Por el norte los Medos comenzaron a hacerse notar. En Siria y Palestina crecía el descontento. Quizás el mismo Manases colaboró en alguna rebelión ya que en las escrituras dice que fue llevado detenido a Babilonia, aunque pronto le permitieron regresar. Ocupado en tantas guerras, el rey Assur
Babilonia
A pesar de anteriores intento independentistas podemos considerar a Nabopolasar (626 – 605 a.C.) como fundador del imperio
babilónico. Logro expulsar a los asirios (Sinsariskun), y se alió a los Medos. El año décimo de su reinado (616 a.C.) ataco el corazón de Asiria, pero los egipcios vinieron en ayuda de sus antiguos señores y tuvo que desistir. Junto a los Medos destruyo Assur el año 614 a.C. y Ninive el 612 a.C. tras solo tres meses de asedio. En todo este periodo los asirios contaron con la ayuda de Egipto. De hecho el Faraón Necao II, hijo de Psammético, vino en su ayuda el 609 a.C. y lo intento al menos otra vez el 605 a.C.. Este año, por enfermedad, Nabopolasar dejo el mando del ejercito caldeo a su hijo Nabucodonosor, que en Carquemis infringió una severa derrota a los aliados. Desde este momento Babilonia fue la
Historia de Judá
La historia del reino de Judá fluctuó entre el sometimiento o la independencia respecto a la potencia dominante. Todo dependía de la presión mayor o menor que pudieran ejercer Asiria o Babilonia en este ángulo de su imperio. El juicio bíblico sobre los reyes de Judá suele calificar negativamente a quienes más se sometieron (o tuvieron que someterse); solo los reyes que aprovecharon algunas coyunturas políticas favorables para reformas religiosas y administrativas son alabados.
El largo reinado de manases (698 – 643 a.C.), que gobernó durante 55 años en Jerusalén y coincido con una fuerte presión de los asirios, es uno de los que merecen peores juicios. Políticamente se mantuvo sometido a Asiria: pagó tributo, permitió y practico la religión dominante, de modo que, por esto casi desapareció la religión judía. Le sucedió su hijo Amón (643- 641 a.C.) que siguió la política de su padre, hasta que ciudadanos de
Este rey llena, personalmente o en sus hijos, el periodo hasta la caída de Jerusalén. De sus primeros años sabemos muy poco, quizás porque era muy joven. El año 18 de su reinado (622 a.C.) encontró el "rollo de la ley", que fue el motor de ciertas reformas culturales. También reconquisto el territorio del norte, hasta lograr restablecer casi integras las fronteras de David. La euforia en Judá era grande. Según la tecnología deuteronómica, la promesa de Dios estaba condicionada al buen comportamiento del hombre. Por lo mismo si todo iba bien, era porque el rey era bueno y el señor estaba con el. En resumen, la admiración que Joasís provocaba entre la gente era muy grande. Un día (año 609 a.C.) intento cortar el paso de unos cuantos pelotones egipcios, guiados por el faraón Necao II, que venían en ayuda de los asirios, refugiados en Jarán. Lo intento en la estratégica fortaleza Mejiddo, pero murió en la batalla. Este hecho provoco en el pueblo una especie de crisis colectiva de fe: o Dios había abandonado a su buen servidor o la
Quienes tenían el poder no nombraron rey a su hijo Elyaqin, sino que prefirieron a otro hermano de este, Joacaz (609 a.C.), tal vez por asegurar mejor la línea política mantenida por su padre. Reino tres meses, mientras el faraón anduvo por Siria y Mesopotamia; al volver, le llamó a Ribla, en Siria, y de allí lo llevo a Egipto como rehén. En su lugar, puso en el trono a su hermano mayor con el nombre de Joaquín. En tres meses Judá conoció a tres reyes y solo disfrutó de 20 años de relativa libertad.
Joaquín (609 - 597 a.C.) tuvo que
Sedecías (597 – 586 a.C.) era hijo de Josías. Fue el ultimo rey de la dinastía de David. Jeremías le trato con cierta benevolencia. Era de carácter débil y fue
Con Godolías empieza el epilogo de la historia del reino. Como gobernador puso su sede en Mispá, lugar en donde había sido elegido Saúl. No pertenecía a la dinastía de David, quizás por ello, lo asesino Ismael con la ayuda de los amonitas. Ismael se llevo algunos cautivos hacia el territorio de Amón, entre los que figuraban el profeta Jeremías y su secretario Baruc. Juan, un cabecilla de la región, les dio alcance y los prisioneros se pasaron a su bando, camino de Egipto. así, la historia del reino de Judá narrada en el libro de Jeremías concluye allí donde había comenzado, en Egipto.
En esta época conviene no olvidar un dato histórico que completa el ciclo de deportaciones: el año 582 a.C., Nabucodonosor decide una tercera deportación a Babilonia de 745 judíos, completando así el
4. La persona y la
Introducción
Aparentemente, Jeremías es el profeta cuya vida conocemos mejor. Numerosos textos hablan de las vicisitudes por las que atravesó. Además, este profeta no se limito a transmitir la palabra de Dios; también nos lego su palabra, dudas, inquietudes y temores. Su personalidad aparece así como una de las más sugestivas del Antiguo Testamento. Pero lo anterior no significa que podamos reconstruir su vida paso a paso. Basta ordenar cronológicamente los textos datados (o lo que se puede fechar con bastante probabilidad) para advertir numerosas lagunas:
627/626 Vocación (1,4-10)
627-606 Predicación a Israel (3,6-13)
609 Oráculo sobre Joacaz (22,10-12)
609/608 Discurso del templo (7,1-15; c.26)
605 Oráculo contra Egipto (46,2-12)
Discurso sobre la conversión (25,1-11)
Redacción y lectura del volumen (c. 36)
Palabras a Baruc (c. 45)
598 Palabras sobre Jeconías (22,24-30)
Los dos cestos de higo (c. 24)
Carta a los desterrados (c. 29)
Oráculo contra Elam (49,34-39)
594/593 Contra la rebelión (cc. 27-28)
Maldición de Babilonia (51,59-64)
587/586 Durante el asedio (21,1-10;34;37-39)
Preso en el atrio de la guardia (32-33;39,15-18)
586 Después de la caída de Jerusalén (c. 39-40)
Esta panorámica confirma lo dicho. Se poseen numerosos datos sobre la vida de Jeremías, pero no podemos reconstruirla con todo detalle. Algunos momentos aparecen de especial relieve (el año 605, marcado con la victoria de los Babilonias en Carquemis; el 598/597 con el tremendo
Si a los pasajes seguros añadimos los que pueden fecharse con bastante
Vida
Jeremías nació hacia el año 650 en Anatot, un pueblito a unos 6 Km. de Jerusalén, perteneciente a la tribu de Benjamín. Este dato es interesante porque Benjamín, unía políticamente a Judá, mantuvo una gran vinculación con las tribus del norte. Así se comprende que Jeremías concediese tanta importancia a las tradiciones de dicha zona: nos habla de Raquel y de Efraín, del santuario de Siló y, sobre todo, concede mucha importancia al éxodo, marcha por el desierto y entrada en la tierra prometida. Por el contrario, las tradiciones típicamente judías (elección divina de Jerusalén y de la dinastía davídica) no adquieren en este profeta especial relieve.
El nombre, de etimología incierta ("Yahvé exalta" o "Yahvé abre" –el útero-), no era raro en su época. Pertenecía a una familia sacerdotal, que, tal vez a causa de la reforma de Josías, se habría tenido que instalar en Jerusalén y a la que se le había asignado un turno de servicio en el templo. A pesar de vivir en la capital, él sigue ligado al campo: se preocupo por la sequía, por la viña, rescato un campo de un tío suyo en Anatot, etc.. La vocación profética ha tenido en todos los profetas repercusiones personales. Amós para ser profeta fue arrancado de su ganado; Isaías dio a sus hijos nombres relacionados con su mensaje; Oseas formulo la historia entre el pueblo y Dios con la ayuda de su propia experiencia matrimonial. La predicación influyo en la vida personal de todos los profetas, al menos en ciertos momentos. Jeremías nunca pudo deslindar su vida personal del mensaje que predico: por la palabra sufrió cárcel, persecución, incomprensión, incluso su misión profética le exigió una vida celibataria. Llego a identificar su llamada al profetismo con su nacimiento. Podemos rastrear su lucha interior con Dios gracias a las
Actividad profética
En la vida de Jeremías se suelen
- Primera actividad: bajo Josías (627 – 622 a.C.)
En esta época Jeremías predica la necesidad de una conversión interna y amenaza con la indefinida figura del "enemigo del Norte", que solo a partir del año 605 a.C. se podrá identificar con el imperio caldeo.
No hay ninguna alusión directa a la reforma de Josías, a pesar de que en su libro abunda el lenguaje deuteronómico. Es este uno de los mayores enigmas en torno a Jeremías, pues la reforma supuso un acontecimiento de tal magnitud que difícilmente pudo obviar en su predicación. Se supone, por lo tanto, que en el tiempo de la reforma (622 – 609 a.C.) cayó. Su silencio para unos significa apoyo a la reforma; para otros es clara oposición a la misma.
Cuando Joacaz fue llevado a Egipto, Jeremías lo lloró.
- Segunda actividad: bajo Joaquín (609 – 597 a.C.)
La época de Joaquín es, quizás, la más rica en la predicación de Jeremías, por ser la más crucial. La conversión es todavía posible y aseguraría al pueblo la permanencia en la tierra. El discurso contra el templo marca el comienzo de la persecución cuando los caldeos aparecen como los dueños militares del imperio, Jeremías exige la sumisión a Nabucodonosor: sería señal de aceptación del castigo. La rebelión de Joaquín, tal vez tras la derrota de los babilonios en Egipto (601 a.C.), le sirve de ocasión para hablar contra las alianzas. La oposición de los falsos profetas y la consumación de la rebelión le lleva a considerar el castigo irrevocable.
- Tercera actividad: bajo Sedecías (597 – 586 a.C.)
- Cuarta actividad: bajo Godolías (586... a.C.)
Teología de Jeremías
La base teológica de la predicación de Jeremías hay que ponerla en la teología de la alianza. Todo lo bueno que tiene Israel viene de ella y, por quebrantarla merecerá el castigo. No es extraña la importancia de la alianza en su predicación: Anatot es el lugar que conserva las tradiciones propias del santuario de Siló; en Jeremías han influido necesariamente tradiciones del norte tan importantes como las de Oseas y del Deuteronomio. Como en los demás profetas pre exílicos, el vocablo "alianza" no se repite demasiado en el libro de Jeremías.
La realidad de la alianza se supone también en varias imágenes que sirven para acusar o para provocar la conversión: Israel es la
"En los profetas de Samaría, he observado una inepcia: profetizaban por Baal y hacían errar a mi pueblo Israel. 14Mas en los profetas de Jerusalén he observado una monstruosidad: fornicar y proceder con falsía, dándose la mano con los malhechores, sin volverse cada cual de su malicia. Se me han vuelto todos ellos cual Sodoma, y los habitantes de la ciudad, cual Gomorra"
Jr 23,13-14
Judá debe aprender la lección y convertirse, pero la perversión fue general y el Señor denuncio la alianza, decidiendo el castigo.
El mensaje de salvación
Lo primero que hay que decir es que Jeremías predico salvación. Lo hizo en todos los tiempos y de modos distintos. Salvación predicaba cuando se alegraba de la re unificación de los reinos, especialmente de la vuelta de Israel, cuando exigía conversión a Judá, cuando le invitaba a aceptar el yugo de Nabucodonosor o cuando se refería a los desterrados en Babilonia. Era parte de su misión, expresada con los verbos "edificar y plantar".
Se trata de una salvación paradójica, consecuencia de la
Vocación de Jeremías
La vocación de Jeremías responde perfectamente a los relatos de vocación profética antes enumerados.
La narración de vocación del libro de Jeremías comprende la llamada propiamente dicha (Jr 1,4-10), dos visiones (Jr 1,11-12,13-16) y una exhortación complementaria para llevar adelante su misión. Es posible que todas estas secciones tengan orígenes literarios independientes, pero el conjunto ofrece una visión completa de su vocación.
La vocación de Jeremías se caracteriza por el protagonismo de la palabra. Frente a otras vocaciones que
A pesar de su desamparo, a palabra contiene exigencias de totalidad: abarca la vida entera del profeta, se extiende a todos los pueblos, comprende todos los aspectos de la historia, tanto los amenazantes como los esperanzadores. Desde la eternidad Jeremías era conocido del Señor. Había contado con él en sus planes: desde antes de nacer estaba consagrado al Señor, desde siempre estuvo constituido como profeta de las naciones.
"Antes de haberte formado yo en el seno materno, te conocía, y antes que nacieses, te tenía consagrado: yo profeta de las naciones te constituí"
Jr 1,16
Ser profeta no era un oficio añadido, sino parte de su existencia. Por eso, cuando quiere olvidar el encargo, no puede y sufre
su crisis existencial más aguda.
La consagración de los labios es similar a la de Isaías, pero no se debe a motivos de impureza. Las dificultades de un profeta en materia de lenguaje no tocan su relación con Dios, sino el punto central de su misión. Pero el cumplimiento de la misma no depende de sus cualidades; no ha sido elegido por ellas. La tarea profética depende de Dios: el pone la palabra, señala el auditorio, concede la fuerza necesaria. En la vocación de Jeremías se subraya la iniciativa divina. El toque en los labios transforma los pensamientos humanos en mensaje divino; el portavoz queda constituido. La confirmación cierra el dialogo. Toma en serio la objeción del profeta y lo prepara para dificultades futuras; no debe sentir miedo cuando estas lleguen. También vuelve a colocar las cosas en su
5. El libro de Jeremías
Problemas
Es uno de los libros proféticos más complejos y ricos:
- por la variedad de géneros: oráculos contra Judá, narraciones de Jeremías, narraciones sobre Jeremías, "confesiones", carta, oráculos contra las naciones, acciones simbólicas, narraciones históricas...
- por el desorden cronológico en el que se presentan los textos.
Tal y como lo conocemos hoy, el libro de Jeremías se suele dividir generalmente en las siguientes secciones, aunque con títulos variados para cada una de ellas:
- Jr 1-24: Juicio contra Israel y Judá
- Esta sección se subdivide a su vez en Jr 1-6: redacción compacta y homogéneas de oráculos; Jr 7-24: complejo textual menos compacto, donde se mezclan los oráculos con otros géneros y que comienza con un discurso (Jr 7). Algunos autores prefieren subrayar la inclusión entre Jr 1 y 20 (vocación de Jeremías) y la unidad de Jr 11-20, centrada en el
compromiso personal del profeta en su predicación; en ella están las "confesiones".
Jeremías no es siempre el sujeto de los sucesos narrados; en ellos se esta jugando el destino de la palabra de Dios y de su profeta. A este respecto conviene notar que Jr 36 y 45 sirven de marco y encuadran lo que se ha llamado "pasión de Jeremías" (Jr 37-44) o "últimos días de Jerusalén". Antes de este bloque se narran los peligros del profeta y la discusión con los profetas falsos (Jr 26-29), el libro de la consolación (Jr 30-33) y dos capítulos en los que se narra elprimer ataque de Nabucodonosor a Jerusalén (Jr 34) y se contraponen a los desobedientes judíos con los obedientes recabitas (Jr 35). También esta sección comienza con un discurso de Jeremías (Jr 25).
- Jr 25-45: Palabra e Historia Constituyen la
ultima parte del libro y su introducción en la escena de la"copa de las naciones" (Jr 25,15). Algunos de los oráculos contienen dataciones redaccionales (Jr 46,2; 47,1; 49,34)
- Jr 46-51: Oráculos contra las naciones
- Jr 52: Apéndice histórico
Fuentes
La discusión sobre la formación del libro de Jeremías ha estado presidida por la obra de S. Mowinckel. Desde la cárcel y, por lo tanto, con la única ayuda de una Biblia hebrea revolucionó los estudios sobre este libro profético, estableciendo cuatro fuentes independientes en su formación, a las que denomino con letras:
- La fuente A es el origen de los textos poéticos, oráculos o discursos, auténticos del profeta. Principalmente se encuentra en Jr 1-6 y en Jr 25.
- Los textos en prosa, que hablan de Jeremías en tercera persona los atribuyo a la fuente B. Se suele citar el nombre de Baruc como autor de estos textos, expresando así la convicción de que pertenecen a una escuela de discípulos de Jeremías. Sus textos se encuentran fundamentalmente en Jr 26-45
- La fuente C habría originado los textos en prosa caracterizados por el lenguaje deuteronomista y en los que Jeremías habla en primera persona. Se trata preferentemente de discursos y se encuentran un poco por todo el libro, a partir de Jr 7.
- La fuente D estaría constituida por los oráculos contra las naciones (Jr 46-51) Y Jr 52. los primeros serian auténticos en su núcleo, pero habrían sufrido una fuerte reelaboración.
- Delimitar la extensión de los oráculos auténticos (fuente A) o, lo que es lo mismo, la extensión del "rollo primitivo"
- Establecer la relación entre los autores de la fuente B y C
Fijar la autenticidad de algunos textos C, oestudiar la relación entre los textos C y A.
Gracias Damián D.
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