El taoismo venera a ocho inmortales que, a través de la piedad y de la virtud han conseguido la vida eterna. Además de la inmortalidad, estos ocho personajes, nada tienen en común, pero se los suele representar en grupo, no obstante. Los ocho inmortales viven con los dioses en las montañas de Kun Lun, en el centro de la tierra. Allí se divierten en los jardines del Emperador de Jade, el señor supremo de los cielos, donde crece el melocotonero mágico de la inmortalidad.
Cada milenio se los invita junto a los dioses, a comer melocotones en una gran celebración que realiza la Emperatriz Wang, esposa del Emperador de Jade.
El vocablo 'Hsien' significa "inmortal" en chino, pero no se trata de una 'inmortalidad' como sinónimo de vida eterna o infinita. En rigor, el caracter chino utilizado para 'Hsien' se yuxtapone a los caracteres de "hombre" y "montaña", lo que literalmente significaría "hombre que vive en la montaña". Así, la inmortalidad, referiría a la vida en una dimensión ultra terrena, una vida en la montaña de los dioses, y quienes la alcancen, serán seres dignos de veneración.
Ts'Ao Kuo-Chiu, el corazón virtuoso.
Ts'Ao Kuo-Chiu salió de su casa avergonzado después de que su hermano fuese ejecutado por asesinato. Se dedico a seguir el Tao. Cuando se encontró con los inmortales, Chung Li Chu'an y Lun Tung-pin, estos le preguntaron dónde estaba el camino y el señaló el cielo. Luego le preguntaron dónde estaba el cielo y el señaló su corazón. Entonces le enseñaron los secretos de la perfección y se convirtió en inmortal.
Chung Li Ch'uan, el frívolo.
De los ocho inmortales, Chung Li Ch'uan es el único que se corresponde con un personaje frívolo. En el arte chino se lo representa con un aspecto corpulento.
Ho Hsiang-Ku, la vírgen.
Ho Hsiang-Ku es la única mujer entre los ocho inmortales. Era una asceta taoista que vivió durante el reinado de la Emperatriz Wu. Virgen por decisión propia vivía en la montaña, donde en un sueño le fueron revelados los misterios de la inmortalidad. Se la representa con una flor de loto y es la protectora de las mujeres solteras.
Han Hsiang-Tzu, el músico.
Han Hsiang-Tzu era alumno de Lu Tung-ín. Consumado flautista, mediante sus órdenes puede hacer que florezcan las flores. Trepó al árbol de los melocotones de la inmortalidad, pero se cayó, aunque se hizo inmortal justo antes de llegar al suelo. Es patrón de la cultura.
Lan Ts' Ai-Ho, el juglar.
Lan Ts' Ai-Ho era un juglar errante, y a menudo se le representa con un laúd. Era un travestido afeminado (una especie de loco sagrado, que llevaba ropas calientes en verano y dormía sobre la nieve en invierno). Un día, se desmayó borracho fuera de una posada y subió al cielo en una nube. Es el protector de los pobres.
Lu Tung-Pin, el filósofo.
Lu Tung-Pin era un filósofo moral. Un día se encontró con Chung Li Ch'uan, el primero de los inmortales. Mientras que Chung Li estaba calentado vino de arroz, Lu se durmió y soñó con su vida futura, en la que tenía éxito y era feliz, pero finalmente perdía todo. Se despertó convencido de la vanidad de las ambiciones mundanas y se convirtió en discípulo de Chung Li. Viajaba por todo el mundo luchando contra el mal y ayudando a la gente. Se le representa con una espada mágica que le dio un Dragón de Fuego.
Li T'eih-kuai, el que proteje a los enfermos.
Li T'eih-kuai, significa "li con la muleta de hierro" y es el protector de los enfermos. Se lo representa como un mendigo viejo y rengo. Su alma fue llamada a los cielos para recibir las enseñanzas del espíritu de Lao Tzu, fundador del Taoísmo. Entonces Li le dijo a no de sus alumnos que quemaran su cuerpo sino regresaba en siete días. Sin embargo, el alumno, llamado al lecho de muerte de su madre, lo quemó al sexto día. Cuando Li regreso, tuvo que entrar en el cuerpo de un mendigo que acababa de morir de hambre. El alma de Li T'eih-kuai se representa en forma de vapor que se eleva de la cabeza que contiene la medicina de la vida, sobre el cuerpo de mendigo en el que se aloja.
Chang Kou-Lao, el ermitaño.
Chang Kuo-lao era un famoso ermita que se resistió a todos los intentos para que fuera a la capital. Por fin, realizó un viaje, a petición de la emperatriz Wy, pero al llegar al templo, cayó muerto. Su cuerpo se corrompió y fue devorado por los gusanos, pero pese a todo ello, resucitó. A partir de entonces, viajaba en un burro mágico que se podía doblar como si fuese un papel.
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