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lunes, 9 de agosto de 2010

San Miguel, San Gabriel y San Rafael Arcángeles.

Están los tres reducidos a la antigua fiesta de San Miguel. Aunque parezca mentira, en la Misa de la festividad no se nombra ni una sóla vez por su nombre propio a ninguno de los tres, ni siquiera a San Miguel.

La oración colecta, la del ofertorio y la de la post-comunión hacen referencia al ministerio angélico, pero sin nombrar a los Santos Arcágeles; sólo si se lee la lectura de Apocalipsis que se propone como alternativa para escoger ad libitum en lugar de la del libro de Daniel que aparece en primer lugar, se cita el nombre del Arcángel Miguel.

En Laudes sólo en el himno Tibi Christe splendor Patris se nombra a San Miguel, pero no en el resto del formulario; en Vísperas se nombran a los tres en el himno Angelum pacis, y después se nombra a San Gabriel en la antífona del Magníficat.

En Oficio de Lectura también salen los tres en el himno Festiva vos Archangeli y en las antífonas de la salmodia, una para cada Arcángel; más la lectura de Ap. 12, 1-17 con su responsorio, con Miguel como centro; la lectura hagiográfica es una homilía de San Gregorio Magno que enseña brevemente la doctrina sobre los ángeles y el significado del nombre de los tres Santos Arcángeles. Para las Horas intermedias, cada hora tiene su antífona dedicada a uno de los tres: Tercia a Miguel, Sexta a Gabriel y Nona a Rafael.

Los ángeles son seres personales, con nombre "ocasional" según su oficio, porque sus esencias son reconocidas e individualizadas sin necesidad de nombre, pues el entendimiento angélico conoce los seres sin necesidad de mediaciones; todo esto y otras admirables cuestiones las expone magistralmente Stº Tomás en la 1ª parte de la Suma Teológica (Iª, qq. 50-64), interesantísima y tan bien compuesta que le mereció el título de "Doctor Angélico" al Aquinate.

Desde entonces al presente la doctrina sobre los Ángeles decayó tanto que:

- en la Liturgia (Rito Romano) las fiestas de los Tres Arcángeles se redujeron a la de San Miguel, perdiendo la suya propia San Rafael (24 de Octubre) y San Gabriel (24 de Marzo); sólo se han conservado en algunas diócesis y congregaciones religiosas por razón de algún patronazgo local o particular.

- en la devoción popular el culto de los Santos Arcángeles (y el de los ángeles en general) ha degenerado en una aberrante y sacrílega angelo-latría mezcla de elementos neo-paganos con otros de la confusa cosmovisión de la new-age, todo ello mezclado con elementos de la tradición cristiana mixtificados con supersticiones neo-esotéricas.

Al hilo de este extraño "culto" a-cristiano de los ángeles, han reaparecido ciertos nombres procedentes de los apócrifos veterotestamentarios judíos, que tuvieron algún reconocimento piadoso, nunca "canónico", en la tradición cristiana (Uriel, Salatiel, Jebudiel, Baraquiel...etc.) En Occidente, el Concilio de Letrán de 745 reconoce el culto de los Tres Santos Arcángeles, aunque las fiestas de San Rafael y San Gabriel eran más bien locales y sólo se extienden a toda la Iglesia bajo Benedicto XV.

En la iconografía cristiana, la prevalente es la de San Miguel, bien como debelador-vencedor del Demonio o bien en la otra representación como psicóstata. La de San Gabriel se vincula a la escena de la Anunciación y es más raro verle representado en figura aislada. La de San Rafael adopta su figuración de la narración bíblica del Libro de Tobías, aunque también se representa aislado y más frecuentemente emparejado con el joven Tobías. En la iconografía hispano-colonial de las escuelas de México, Perú y Bolivia la representación de los Tres Santos Arcángeles derivó en toda una serie angelológica en la que se retomaron los supuestos nombres de los apócrifos veterotestamentarios, nombrando con algunos de ellos a los seres de la milicia angélica, imaginados con atuendos del XVII-XVIII colonial hispanoamericano, tan ingénuos de figura como espléndidos en colores y formas.

Y esta la Oración de la Misa del día San Miguel, que ha quedado para los Tres Arcángeles:

Deus, qui miro ordine Angelorum ministeria hominumque dispensas: concede propitius; ut a quibus tibi ministrantibus in coelo semper assistitur, ab his in terra vita nostra muniatur. Per Dºm. Nºs. Ies. Amen.


La palabra Arcángel proviene de dos palabras. Arc = el principal. Y ángel. O sea "principal entre los ángeles. Arcángel es como un jefe de los ángeles.

San Miguel.


Este nombre significa: "¿Quién como Dios? O: "Nadie es como Dios".

A San Miguel lo nombre tres veces la S. Biblia. Primero en el capítulo 12 del libro de Daniel a donde se dice: "Al final de los tiempos aparecerá Miguel, al gran Príncipe que defiende a los hijos del pueblo de Dios. Y entonces los muertos resucitarán. Los que hicieron el bien, para la Vida Eterna, y los que hicieron el mal, para el horror eterno".
En el capítulo 12 del Libro del Apocalipsis se cuenta lo siguiente: "Hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron contra Satanás y los suyos, que fueron derrotados, y no hubo lugar para ellos en el cielo, y fue arrojada la Serpiente antigua, el diablo, el seductor del mundo. Ay de la tierra y del mar, porque el diablo ha bajado a vosotros con gran furor, sabiendo que le queda poco tiempo".
En la Carta de San Judas Tadeo se dice: "El Arcángel San Miguel cuando se le enfrentó al diablo le dijo: ‘Que te castigue el Señor’".
Por eso a San Miguel lo pintan atacando a la serpiente infernal.
La Iglesia Católica ha tenido siempre una gran devoción al Arcángel San Miguel, especialmente para pedirle que nos libre de los ataques del demonio y de los espíritus infernales. Y él cuando lo invocamos llega a defendernos, con el gran poder que Dios le ha concedido. Muchos creen que él sea el jefe de los ejércitos celestiales.

San Gabriel.

Su nombre significa: "Dios es mi protector".

A este Arcángel se le nombra varias veces en la S. Biblia. Él fue el que le anunció al profeta Daniel el tiempo en el que iba a llegar el Redentor. Dice así el profeta: "Se me apareció Gabriel de parte de Dios y me dijo: dentro de setenta semanas de años (o sea 490 años) aparecerá el Santo de los Santos" (Dan. 9).
Al Arcángel San Gabriel se le confió la misión más alta que jamás se le haya confiado a criatura alguna: anunciar la encarnación del Hijo de Dios. Por eso se le venera mucho desde la antigüedad.
Su carta de presentación cuando se le apareció a Zacarías para anunciarle que iba a tener por hijo a Juan Bautista fue esta: "Yo soy Gabriel, el que está en la presencia de Dios" (Luc. 1, 19).

San Lucas dice: "Fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, a una virgen llamada María, y llegando junto a ella, le dijo: ‘Salve María, llena de gracia, el Señor está contigo’. Ella se turbó al oír aquel saludo, pero el ángel le dijo: ‘No temas María, porque has hallado gracia delante de Dios. Vas a concebir un hijo a quien pondrás por nombre Jesús. Él será Hijo del Altísimo y su Reino no tendrá fin’".

San Gabriel es el patrono de las comunicaciones y de los comunicadores, porque trajo al mundo la más bella noticia: que el Hijo de Dios se hacía hombre.

San Rafael.

Su nombre significa: "Medicina de Dios".

Fue el arcángel enviado por Dios para quitarle la ceguera a Tobías y acompañar al hijo de éste en un larguísimo y peligroso viaje y conseguirle una santa esposa.

Su interesante santoral se celebra el día 7 de febrero.

San Rafael es muy invocado para alejar enfermedades y lograr terminar felizmente los viajes.

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