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domingo, 4 de marzo de 2012

La Biblia y el Templo.


            Jorge Payne, Gran Maestro de la Gran Logia de Inglaterra, termina en 1721 la elaboración del llamado “Reglamento General de las Logias”. En 1723 el Reverendo Jaime Anderson basándose en ese Reglamento y en antiguas constituciones de Logias góticas edita el “Libro de las constituciones Masónicas”. Ambos manuscritos contienen profundas raíces bíblicas, al igual que la tradición religiosa anglosajona, de la cual Anderson era un destacado representante. He aquí algunas referencias de investigación extractadas del trabajo del firmante que fue leído en el Congreso Internacional (1995) de la Academia Masónica Brasileña de Letras.

            La primera mención debe ser para el Rey Salomón. Jehová le dice a David, su padre: “Salomon, tu hijo, el edificara mi casa y mis atrios” (Crónicas Y, 28/6). “Tu no edificaras casa a mi nombre, porque eres hombre de guerra y has derramado mucha sangre”. (Crónicas Y, 28/3). El Templo masónico, al igual que el del Rey Salomón, es un templo de Paz y Fraternidad.

            “Y envió el Rey Salomón e hizo venir de Tiro a Hiram” “Hijo de una viuda de la tribu de Neftali” (Reyes Y, 6/13) “...el cual sabe trabajar en oro y plata, en metal y hierro, en piedra y en madera... en lino y en carmesí. Asimismo para esculpir todas las figuras y sacar toda suerte de diseño que se le propusiere...” “...con los Maestros que están conmigo en Judea y en Jerusalén (Crónicas 2, 2/7). La leyenda de Hiram, es el fundamento simbólico del Tercer Grado. Los Maestros ya la conocen y los Aprendices y Compañeros estudian para recibir la capacitación necesaria que les permita interpretarla. El Templo que Salomón ordeno construir en honor a dios, al igual que el de la Logia, es rectangular: “La casa que el Rey Salomón edifico a Jehová, tuvo sesenta codos de largo y veinte de ancho” (Reyes Y, 6/2).

            Las dos columnas identifican también al Templo de la Logia con el salomónico: “Y asentó las columnas delante del Templo, la una a mano derecha y la otra a la izquierda. Y a la de la mano derecha llamo Jachin y a la de la izquierda Boaz”. (Crónicas II, 3/17). IAJIN (fonética española) esta formada por uno de los nombres de Dios y la raíz de Lehajin, por preparar, establecer: El (Dios) establecerá o preparara. BOAZ quiere significar que en EL (en Dios), la fuerza.

            Igualmente, esta ubicación de derecha e izquierda, marca el desarrollo del Templo: la palabra IAMIN, derecha, significa también en hebreo el punto cardinal SUR <El Oriente se menciona en la Biblia como Kedem, Kedma (hacia el Oriente) (Crónica II, 3/10). Kedem es también Delante o Frente. Y si nos enfrentamos al Este, nuestra mano derecha queda al Sur>. Por lo tanto, si en el Sur esta la columna IAJIN, el frente es el Este, el Oriente.
El Templo se desarrolla pues de Oriente a Occidente, en la misma dirección en que brillan los rayos del. sol naciente, origen de toda sabiduría. Su ancho es de Norte a Sur. Su profundidad llega hasta el centro de la tierra (cabe recordar el VITRIOL de la Cámara de Reflexión) y su altura llega hasta el cenit, un infinito de hermandad, de sabiduría y de perfección. Siguiendo con el paralelismo simbólico es importante recordar que en el Ritual de Iniciación, al final del segundo Viaje Simbólico, la Tercera Prueba es la de la “Purificación por el Agua”. ¿Donde es conducido el Candidato por el Segundo Experto? Ala “Mar de Bronce”. El texto bíblico dice coincidentemente: “Hizo asimismo un mar de fundición...perfectamente redondo” (Reyes Y, 7/23) “...el mar era para lavarse los sacerdotes en él” (Crónicas II, 3/6). Y cuando después del Tercer Viaje el Candidato pasa por la “Prueba del Fuego”, es al “Altar de los Perfumes” donde se lo conduce. Y esto también recuerda al Rey Salomón cuando se pregunta retóricamente: “¿Quien pues soy yo, que le edifique casa (a Dios)...sino para quemar perfumes delante de él? (Crónicas II, 2/6). Porque David, su padre, le había dado “...oro puro por peso para “El Altar del Perfume...” (Crónicas Y, 28/18).

            La Biblia en el Altar tiene tanto para judíos como para cristianos, - ambos follaje de las sabias, fuerte y bellas raíces salomónicas, - un significado espiritual e histórico singular. Sin embargo ,todo masón puede ver en el Libro Sagrado de su creencia, un camino para la elevación de su vida, que lo conduzca al objetivo trascendental de la perfección.

Gracias al R\H\ José S.P.M.

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